Cuando los exámenes aprietan… las mascotas alivian
- Monika Echeverria

- 6 jun
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 8 jul
La época de exámenes puede convertirse en un auténtico campo de batalla emocional. El estrés, la ansiedad y la presión por rendir bien forman un cóctel que muchos estudiantes conocen de sobras. Algunos encuentran alivio en técnicas de estudio eficientes. Otros, prefieren sesiones de meditación. Sin embargo, hay quienes descubren un bálsamo emocional más tierno, más peludo y mucho más fiel: su mascota.
Desde hace años, psicólogos y científicos han demostrado lo que muchos tutores ya sabían: los animales de compañía son auténticos calmantes emocionales. Su mirada, un lametazo o simplemente su presencia tienen el don de apaciguar el alma en los momentos más difíciles. Especialmente cuando las neuronas hierven y el calendario aprieta.
Este artículo no solo recopila estudios y datos, sino que también es un viaje desde la ciencia a la experiencia personal. Buscamos demostrar que los animales no solo llenan hogares, también ayudan a vaciar la mente de ansiedad en esos días en los que todo parece un examen.
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Mascotas contra el estrés académico: cómo afecta al cuerpo y la mente
Cuando nos enfrentamos a una prueba importante, nuestro cuerpo reacciona como si estuviéramos ante una amenaza real. La ansiedad, aunque útil en dosis pequeñas, puede convertirse rápidamente en una carga pesada. Bloquea el pensamiento, dificulta la concentración y agota nuestras energías.
Fisiológicamente, se activa el eje HHA (hipotálamo-hipófisis-adrenal). Esto libera cortisol, conocido como la "hormona del estrés". Esta acción acelera la frecuencia cardíaca, eleva la presión arterial y genera tensión muscular. Mentalmente, puede manifestarse en insomnio, pensamientos intrusivos, inseguridad, irritabilidad y agotamiento emocional.
La presión por cumplir con expectativas —ya sean familiares, sociales o personales— intensifica esta carga. Aquí entra en juego un elemento que no suele figurar en los manuales de estudio: el cariño incondicional de una mascota. La rutina diaria con un animal interrumpe el ciclo negativo del estrés. Obliga a moverse, desconectar y sonreír incluso en medio del caos. Aunque parezca una solución sencilla, su eficacia está científicamente comprobada.
No solo disminuye los niveles de cortisol, también aumenta la producción de oxitocina, una hormona vinculada al afecto y la confianza.
Mascotas y salud mental: ¿qué dice la ciencia?
Los datos no mienten. Convivir con un animal tiene efectos muy positivos en el estado anímico. Numerosos estudios demuestran que las personas que tienen mascotas experimentan menos síntomas de ansiedad y depresión. Esto se traduce también en mayor autoestima y capacidad para manejar situaciones estresantes.
Cada vez más investigaciones indican que cuando los dueños de perros se enfrentan a situaciones estresantes, sus cuerpos reaccionan menos fisiológicamente si sus mascotas están presentes. El apoyo incondicional que brindan los perros tiene un impacto psicológico y una base fisiológica.
No se trata solo de emociones. A nivel neurológico, el contacto con una mascota estimula áreas del cerebro relacionadas con la empatía, el placer y la conexión social. Estos circuitos se activan igual que cuando compartimos momentos con seres queridos. Esto genera una sensación de pertenencia y consuelo.
Tener cerca un gato ronroneando o un perro apoyado en tus pies durante una maratón de estudio puede marcar la diferencia entre colapsar o seguir adelante. En épocas de alta presión, las mascotas se convierten en una red de contención emocional constante y silenciosa. Su presencia transforma un ambiente de tensión en un espacio más humano y reconfortante.
Cómo los perros reducen el estrés de los exámenes

Los perros parecen tener una conexión especial con el estado emocional humano. Pueden detectar cambios en nuestro lenguaje corporal, en el tono de voz e incluso en nuestro olor al estar estresados. Su respuesta suele ser acercarse, acurrucarse o buscar contacto físico. Algo tan simple como apoyar su cabeza sobre nuestras piernas puede tener un efecto terapéutico inmediato.
En los últimos años, numerosos estudios han ilustrado las maneras en que los perros pueden reconfortar a las personas. Pueden calmar nervios, escuchar y proporcionar apoyo valioso. A veces, las palabras simplemente no son necesarias.
Una caminata corta con tu perro antes del examen no solo oxigena tu cuerpo. También limpia tu mente. El ejercicio físico libera endorfinas, y el vínculo con el animal potencia el sentimiento de seguridad. Aun si no salimos a caminar, acariciar su pelaje durante cinco minutos genera una respuesta fisiológica de relajación.
Además, los perros siguen rutinas, lo que ayuda a estructurar horarios de comida, sueño y descanso. En épocas de exámenes, donde el reloj biológico suele desorganizarse, este tipo de “ancla” puede ser una herramienta inesperada pero poderosa para mantener el equilibrio.
Estudios que demuestran que tu mascota es tu mejor terapeuta
La ciencia ha demostrado empíricamente lo que el corazón ya intuía. En un estudio publicado en la revista Society & Animals, se sometió a 223 personas a la Prueba de Estrés Social de Trier (TSST). Esta técnica induce ansiedad mediante la exposición pública y tareas cognitivas bajo presión.
Los resultados fueron reveladores. Cuando los participantes realizaron esta prueba en presencia de un perro de compañía, sus niveles de estrés eran significativamente más bajos. Esto se midió a través de presión arterial y frecuencia cardíaca. Además, reportaron menor ansiedad subjetiva.
Otra investigación, publicada por la American Psychological Association, observó que los estudiantes que interactuaban diariamente con animales de compañía antes de rendir exámenes obtenían mejores resultados. También reportaban menos síntomas de ansiedad y depresión.
Las mascotas son una buena fuente de apoyo y alivio contra el estrés. Algunas universidades han incorporado programas de “terapia asistida por animales” en sus bibliotecas o campus. Estos programas ofrecen espacios donde los alumnos pueden acariciar perros durante 15 minutos, lo que ha demostrado reducir significativamente sus niveles de cortisol.
Beneficios psicológicos de convivir con animales en época de exámenes
En momentos de alta exigencia mental, el cerebro necesita escapes emocionales que lo reconecten con la tranquilidad. Las mascotas ofrecen un refugio emocional constante. Su presencia se traduce en múltiples beneficios psicológicos que impactan directamente en el rendimiento académico.
1. Reducción de la ansiedad: La compañía de una mascota disminuye la sobrecarga emocional que provocan los exámenes. Al acariciarlas, el cuerpo libera serotonina y dopamina, neurotransmisores que generan placer. Esto amortigua los efectos del cortisol.
2. Mejora del estado de ánimo: Un perro que mueve la cola o un gato que se acurruca puede arrancar una sonrisa en un día complicado. Estas interacciones generan micro-momentos de felicidad que ayudan a sostener el ánimo durante semanas exigentes.
3. Aumento del sentido de propósito: Cuidar de una mascota obliga al estudiante a estructurar su día. Cumplir responsabilidades y salir de la cama, incluso en los días más oscuros, crea una motivación adicional para continuar.
4. Sensación de compañía: En etapas donde es fácil sentirse solo, la mascota se convierte en un compañero silencioso. Este apoyo emocional es clave para mantener el equilibrio mental.
5. Estabilidad emocional: Las mascotas ofrecen afecto constante y sin condiciones. En un entorno competitivo, donde cada error puede ser amplificado, este amor incondicional es un antídoto perfecto contra la autocrítica y el miedo al fracaso.
En definitiva, convivir con animales en la etapa de exámenes no solo es agradable, sino también terapéutico. Se trata de una compañía que regula emociones y estabiliza rutinas, funcionando como un “ancla emocional” en medio de la tormenta académica.
¿Gato, perro o conejo? Tipos de mascotas más efectivas para combatir el estrés
Aunque los perros lideran la investigación sobre reducción de estrés, otras especies también ofrecen beneficios emocionales significativos. Elegir una mascota acorde al estilo de vida del estudiante puede marcar la diferencia en la experiencia emocional durante los exámenes.
🐶 Perros: Son eficaces para combatir la ansiedad porque promueven la actividad física y la interacción constante. Son ideales para estudiantes activos o quienes necesitan estímulo. Además, su habilidad para interpretar estados emocionales los convierte en “terapeutas” sensibles.
🐱 Gatos: Aunque son más independientes, su compañía es reconfortante. Su ronroneo tiene un efecto calmante, regulando la frecuencia cardíaca y promoviendo la relajación. Son ideales para quienes estudian largas horas en espacios reducidos.
🐰 Conejos y roedores: Tienen un comportamiento curioso y necesitan contacto suave, lo que puede reducir la ansiedad. Su manejo es simple y se adapta a estudiantes con poco tiempo o espacio.
🐦 Aves y peces: Observar peces nadar o escuchar a un pájaro cantar puede tener efectos similares a la meditación. Su interacción es pasiva, pero también aporta calma visual y sonora, beneficiosa para el bienestar emocional.
Lo importante no es la especie, sino el vínculo. La clave está en sentir que hay un ser vivo al que cuidamos y que nos brinda afecto, rutina y calma.
Ideas prácticas para aprovechar el poder antiestrés de tu mascota
No basta con tener una mascota. Es ideal integrar su presencia de forma consciente en la rutina diaria de estudio. Aquí algunas estrategias prácticas:
1. Paseos programados como descanso activo: Si tienes perro, agenda paseos de 10 a 20 minutos cada dos o tres horas de estudio. Esto oxigena el cerebro y libera endorfinas. Marca pausas saludables que previenen el agotamiento mental.
2. Caricias conscientes: Dedica cinco minutos a acariciar a tu mascota. Presta atención a la textura de su pelaje y su respiración. Este ejercicio de conexión ayuda a calmar el sistema nervioso.
3. Rutinas compartidas: Haz que la rutina de tu mascota marque tus tiempos. Su desayuno, hora de juego o siesta pueden señalizar momentos para que tú también comas, descanses o estires.
4. Juego como terapia: Jugar con tu mascota es una forma ideal de liberar tensiones. Reír y moverse cambia el estado emocional y ayuda a regresar al estudio con renovada energía.
5. Estudiar en su compañía: Muchos animales disfrutan de estar cerca mientras su humano está concentrado. Dejarles sentarse cerca durante el estudio genera una atmósfera de tranquilidad.
Estas pequeñas acciones multiplican el impacto positivo de tu mascota. Mientras tú encuentras alivio en su compañía, ellos también disfrutan de tu atención.
Un aliado peludo para rendir mejor sin perder la calma
La época de exámenes no tiene por qué ser una guerra emocional en solitario. Mientras algunos estudiantes buscan técnicas para estudiar más rápido o memorizar, otros descubren un aliado inesperado y profundamente eficaz: su mascota.
Desde reducir la presión arterial hasta mejorar el ánimo, los animales de compañía se convierten en asistentes emocionales de primer nivel. Muchos estudios han demostrado que su presencia tiene un impacto real y transformador.
Hay momentos donde el estrés bloquea, la duda abruma y el miedo paraliza. Pero ahí está ese perro que no entiende de calificaciones, pero sí de abrazos. Ese gato que se acomoda sobre los apuntes para recordarte que descansar también es estudiar. Ese conejo, pez o ave que te mira sin pedir nada, solo compañía.
Como demostró el estudio en Society & Animals, incluso en pruebas de alta presión, quienes estaban acompañados por un perro presentaban niveles de estrés notablemente más bajos. Esto no es casualidad: es una herramienta, una ayuda tangible que muchos pasan por alto.
Si enfrentas semanas intensas de estudio, no subestimes el poder silencioso de tu mascota. No hará el examen por ti, pero puede ayudarte a llegar con la mente clara y el corazón tranquilo.
En definitiva, las mascotas no solo viven contigo: viven tus procesos contigo. Y eso, en tiempos de exigencia, puede ser justo lo que necesitas para superarlo con equilibrio.
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