Sesión de fotos para perros bulldog francés: cómo hacer brillar su personalidad
- Monika Echeverria

- 18 jul
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 1 ago
1. Los bulldogs franceses merecen más que una selfie
Los bulldogs franceses no son como cualquier otra raza. Tienen una personalidad intensa, expresiva y un físico único que los hace irresistibles. Ya sea con su ceño fruncido, su lengua afuera en una sonrisa despreocupada o sus ojitos llenos de curiosidad, cada frenchie tiene una historia que contar. Y si hay algo que aprendí en todas las sesiones de fotos que hice con ellos, es que una buena foto no solo muestra cómo se ven, sino quiénes son.
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Una sesión profesional no se trata solo de obtener imágenes lindas: se trata de capturar la esencia de ese pequeño compañero que llena tu casa de ronquidos, carreras locas y cariño incondicional. Pero para lograr eso, se necesita más que una cámara y buena luz. Se necesita conocimiento, paciencia… y mucho amor por esta raza tan especial.
2. ¿Por qué en una sesión de fotos para perros bulldog francés se necesita un enfoque especial?
Cualquiera que haya convivido con un bulldog francés sabe que, aunque son adorables, también pueden ser un desafío. Y ese desafío se traslada directamente a la fotografía.
Primero, está el tema físico: muchos frenchies tienen síndrome braquicefálico. Esto significa que respiran de forma distinta, se agitan fácilmente con el calor o la excitación, y necesitan un ritmo más tranquilo. Por eso, organizo sesiones con pausas frecuentes, en ambientes con temperatura controlada y sin presiones ni apuros.
Segundo, sus expresiones son todo un universo en miniatura. Una pequeña arruga en la frente, una mirada lateral, una sonrisa medio torcida con la lengua afuera... Los bulldogs no necesitan correr ni saltar para comunicar. Con ellos, lo importante es estar atento a los microgestos y saber cuándo disparar. Como me gusta decir: una fracción de segundo puede capturar toda una personalidad.
Y por último, su cara chata. Sí, son adorables, pero desde un ángulo incorrecto, una foto puede arruinar por completo sus proporciones. Por eso trabajo con objetivos y distancias focales pensadas especialmente para resaltar sus mejores perfiles, sin deformaciones.
3. Preparación previa: cómo ayudar a tu bulldog a estar cómodo y feliz
Una sesión exitosa comienza mucho antes del primer clic. La preparación es clave, sobre todo con una raza tan particular como esta.
Lo más importante para mí es que los frenchies estén cómodos. A veces, especialmente en los días calurosos del verano paraguayo, prefiero agendar sus turnos bien temprano a la mañana o por la tardecita/noche. En mi estudio, la climatización es prioridad: mantenemos la temperatura ideal para ellos, con luces controladas que no incomoden ni calienten el ambiente.
Siempre recomiendo a los tutores:
Que no los sobrealimenten antes de venir.
Que traigan su juguete favorito o algo con su olor.
Que hagan una caminata previa para liberar un poco de energía (pero sin sobrecargarlos).
Que vengan con tiempo y sin apuros: el ritmo lo marca el perro.
Y sí, también les digo que el tutor puede llegar a sudar bastante. Porque a veces el bulldog es un remolino, y se necesita al tutor ahí, ayudando a posicionarlo, calmarlo, contenerlo. No siempre es fácil, pero siempre vale la pena.
4. En el estudio: clima, ritmo y sets pensados para ellos
Mi espacio está diseñado con los bulldogs en mente. No es casualidad: de todas las razas que fotografíe, ellos son los más inquietos y expresivos, y por eso necesitan un entorno adaptado a sus necesidades.
En mi estudio encontrás:
Aire acondicionado que mantiene una temperatura constante.
Espacio de ambientación previa para sus necesidades y liberar energía antes de entrar.
Para algunas sesiones temáticas poseo accesorios. (Halloween y navidad)
Iluminación controlada.
Tiempo para descansar entre toma y toma. Agua mineral disponible.
Refuerzo positivo y muchos mimos en la sesión.
Además, el ritmo de las sesiones se adapta 100% a ellos. Si se emocionan, hacemos una pausa. Si se duermen, ¡aprovechamos! Si se distraen, improvisamos. La sesión no tiene que ser una maratón, sino un momento divertido y relajado, pero si, los clicks deben ser en el momento preciso.
5. El momento de la foto: técnicas y trucos para capturar su carita irresistible
Fotografiar bulldogs franceses es como bailar: hay que seguir su ritmo, estar atento a sus movimientos y anticipar los gestos más sutiles.
Como tienen una cara chata y ancha, los ángulos lo son todo. Usar un lente equivocado puede distorsionar su rostro. Por eso, trabajo con objetivos que favorecen sus proporciones naturales y revelan esa mirada pícara que tanto enamora.
También hay que saber usar los sonidos. Los frenchies vocalizan mucho y reaccionan con expresiones graciosas a ciertos ruidos. A veces con solo un silbido o un sonido agudo, lográs que levanten las orejas, tuerzan el cuello o abran los ojos con una mezcla de sorpresa y ternura.
Y sobre todo, hay que saber esperar. Muchos de los mejores retratos no salen en los primeros diez minutos. Salen cuando el bulldog se relaja, cuando se siente seguro, cuando decide que ese momento también es suyo.
Como tutor de tu frenchie, estás apurado a que salga la toma? No te recomiendo que te estreses, él también sigue tus emociones y se estresa contigo.
6. Tipos de sesiones que más disfrutan los bulldogs (¡y sus tutores!)
No todos los perros bulldog Francés son iguales, y eso se nota en las fotos. Por eso ofrezco diferentes estilos de sesiones:
Retratos con fondo neutro, donde resalta su rostro, su mirada y esas orejitas que parecen antenitas de amor.
Fotos temáticas en estudio: cumpleaños, Navidad, San Valentín, Halloween. Sets divertidos, accesorios que no molestan y mucho color.
Sesiones familiares, donde los bulldogs posan con sus humanos. Algunas veces bien compuestas, otras simplemente capturando momentos reales: un lamido, una mirada cómplice, una siesta compartida.
Fotos espontáneas: jugando con una pelota, bostezando, roncando en su mantita… Ser bulldog también es eso, y merece quedar registrado.
Cada sesión es una pequeña historia visual. No importa si el bulldog posa como un modelo o si corretea sin parar. Lo que buscamos es capturar su esencia, su verdad, su ser perruno.
7. Lo que nadie te cuenta: la experiencia real de una sesión con bulldogs
Muchos creen que una sesión de fotos con un bulldog francés es llegar, posar y listo. Pero la realidad es más parecida a una aventura: divertida, intensa y absolutamente entrañable.
“Mi bulldog tiene muy chato el hocico y se agita fácil. En ningún momento se forzó nada. Nos fuimos felices, y él también. ¡Gracias por tanto cuidado y cariño Moni!”— Carla, mamá de Moka
Tuve sesiones en las que el bulldog se dormía en medio del set. Otras en las que no paraba de correr entre tomas. Algunos se quedaban quietos mirando a cámara como verdaderos influencers. Otros requerían toda la atención del tutor para mantenerse en foco.
“Nunca pensé que Rufus se iba a quedar quieto… ¡pero Monika logró sacarle hasta una sonrisa! Las fotos nos hicieron llorar. Fue mucho más que una sesión, fue un momento familiar.”— Sofía & Leo, tutores de Rufus
PS: Sabes cuando es el momento exacto donde vos salís sonriendo o con cara de mucha expresión? Cuando tu frenchie detona sus peditos, ja! Momento mágico para las mejores expresiones en la foto.
Cada bulldog tiene su ritmo. Y el trabajo del fotógrafo no es imponer, sino acompañar. Crear un espacio donde el perro se sienta libre, seguro y amado. Solo así, la cámara puede hacer magia.
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8. ¿Querés una sesión con tu bulldog francés en Asunción - Paraguay? Así es como lo hacemos
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Juntos hacemos la pre-producción y preparamos todo para que tu bulldog sea la estrella del día, sin estrés y con mucho mimo.
Fotografía, educación y conciencia
Si te gustó este artículo, no dejes de visitar mi PORTFOLIO de fotografía de mascotas. Las imágenes de este artículo formaron parte de sesiónes de fotos con mascotas que realizo. No es solo un recuerdo: es también una herramienta de concienciación para tutores responsables.
Las imágenes que creo con amor buscan transmitir bienestar, vínculo y respeto hacia los animales. Porque educar también es capturar el alma de tu mascota con una cámara.




















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